esto es un mapa de la isla
donde yacen todos los amigos
que despues del Naufragio
luminoso alcanzaron sus suaves
costas que limitan por los
cuatro puntos cardinales con
el corazon de nosotros los
que aun navegamos, dibujando
derrotas tras derrotas y a
veces cantamos.
Monday, October 09, 2006
IMONOS TIRANDO A CASA
xa chega a luz do dia xa chega e nos fora da terra temos tempo de falar, xa o sei, mais a luz xa chega.
2 comments:
Anonymous
said...
Querido –en galego aún no aprendí- PINHO:
Patrón que nos hiciste la infinita travesía de la física presencia al dolido recuerdo de los amigos dormidos que nos habitáis el corazón.
No te vi subir a aquel barco, aún pesan anclas losadas para navegar en el nuevo de tu recuerdo.
Guía de pausado andar para sentir Galicia, nudos entrelazados de tu red.
Sonrisa de la risa de las gaviotas, que anuncian la dirección de mares que surcaste.
Falar de libros tu casa, aprendiendo el melodioso susurro del galego.
Éxtasis de las miradas el estudio donde luz acudía y colores tejías para la danza de pinceles con la que tus suaves manos llevaban de la costa barcas y peces al lienzo.
Traída a Castilla la parsimoniosa ternura de tus pasos, el disfrute tranquilo del vivir, erguido en ti como un Soberano Señor; un navegante de Mediterráneo a Atlántico y un andante en tierra firme.
Tú, PIHNO, también mereciste tu cuadro, uno de cuidadosas pinceladas, de colores tranquilamente tiernos y de suaves texturas: el cuadro de tu recuerdo entre nosotros, compañeiro.
Patrón que nos hiciste la infinita travesía de la física presencia al dolido recuerdo de los amigos dormidos que nos habitáis el corazón.
No te vi subir a aquel barco, aún pesan anclas losadas para navegar en el nuevo de tu recuerdo.
Guía de pausado andar para sentir Galicia, nudos entrelazados de tu red.
Sonrisa de la risa de las gaviotas, que anuncian la dirección de mares que surcaste.
Falar de libros tu casa, aprendiendo el melodioso susurro del galego.
Éxtasis de las miradas el estudio donde luz acudía y colores tejías para la danza de pinceles con la que tus suaves manos llevaban de la costa barcas y peces al lienzo.
Traída a Castilla la parsimoniosa ternura de tus pasos, el disfrute tranquilo del vivir, erguido en ti como un Soberano Señor; un navegante de Mediterráneo a Atlántico y un andante en tierra firme.
Tú, PIHNO, también mereciste tu cuadro, uno de cuidadosas pinceladas, de colores tranquilamente tiernos y de suaves texturas: el cuadro de tu recuerdo entre nosotros, compañeiro.
2 comments:
Querido –en galego aún no aprendí- PINHO:
Patrón que nos hiciste la infinita travesía de la física presencia al dolido recuerdo de los amigos dormidos que nos habitáis el corazón.
No te vi subir a aquel barco, aún pesan anclas losadas para navegar en el nuevo de tu recuerdo.
Guía de pausado andar para sentir Galicia, nudos entrelazados de tu red.
Sonrisa de la risa de las gaviotas, que anuncian la dirección de mares que surcaste.
Falar de libros tu casa, aprendiendo el melodioso susurro del galego.
Éxtasis de las miradas el estudio donde luz acudía y colores tejías para la danza de pinceles con la que tus suaves manos llevaban de la costa barcas y peces al lienzo.
Traída a Castilla la parsimoniosa ternura de tus pasos, el disfrute tranquilo del vivir, erguido en ti como un Soberano Señor; un navegante de Mediterráneo a Atlántico y un andante en tierra firme.
Tú, PIHNO, también mereciste tu cuadro, uno de cuidadosas pinceladas, de colores tranquilamente tiernos y de suaves texturas: el cuadro de tu recuerdo entre nosotros, compañeiro.
Bicos, siempre…
mj
Querido –en galego aún no aprendí- PINHO:
Patrón que nos hiciste la infinita travesía de la física presencia al dolido recuerdo de los amigos dormidos que nos habitáis el corazón.
No te vi subir a aquel barco, aún pesan anclas losadas para navegar en el nuevo de tu recuerdo.
Guía de pausado andar para sentir Galicia, nudos entrelazados de tu red.
Sonrisa de la risa de las gaviotas, que anuncian la dirección de mares que surcaste.
Falar de libros tu casa, aprendiendo el melodioso susurro del galego.
Éxtasis de las miradas el estudio donde luz acudía y colores tejías para la danza de pinceles con la que tus suaves manos llevaban de la costa barcas y peces al lienzo.
Traída a Castilla la parsimoniosa ternura de tus pasos, el disfrute tranquilo del vivir, erguido en ti como un Soberano Señor; un navegante de Mediterráneo a Atlántico y un andante en tierra firme.
Tú, PIHNO, también mereciste tu cuadro, uno de cuidadosas pinceladas, de colores tranquilamente tiernos y de suaves texturas: el cuadro de tu recuerdo entre nosotros, compañeiro.
Bicos, siempre…
de maria jose
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