Alejandro
Finisterre,
la dignidad
del exilio
Juan Carlos Valle
Estáis ahí, muertos como si fueseis a vivir toda la vida: humillados como muertos sin el orgullo de estar muertos, sin
la alegría de estar vivos como lo están los muertos: Sois los vivos.
Cultura e Sociedade
Revista da Asociación Cultural Fuco Buxán • Primeiro semestre de 2007 [31]
Cultura e Sociedade
en las cárceles, que en los arrabales o el
barrios altos de todo el mundo, es mi
pequeña contribución a la Humanidad,
demostrando que estuve aquí, que estuve
vivo...”
Herido en Madrid, acaba en el Hospital de
Sangre de Barcelona. Allí es donde, entre
otros inventos, dará a luz el futbolín
(“Javier Altuna, también refugiado, es
quien me hizo la mesa y torneó las figuritas.
Y el líder Joan Busquets, un anarquista
de Monistrol, que tenía una fábrica de
gaseosas, lo vio y me animó a patentar el
invento”.) Son los muchachos mutilados
los que le empujan a ello. Enamoriscado
de una enfermera que les entretenía
tocando el piano, y a la que él le pasaba las
hojas de la partitura, invento un pasahojas,
que más tarde, en concepto de
resarcimiento, ya en Paris, le facilitaría
marchar a Sudamérica. Pero, antes y después,
ya vivido el primer exilio,
el dejar Galicia y asentarse en
Madrid con sus padres, hace un
recital con poemas de León
Felipe, participa en la creación
de la Asociación de Idealistas
Prácticos, y ya escribe poemas,
cosa que hará hasta su muerte.
Ecuador, Guatemala, México,
Estados Unidos, África, y parte
de Europa, son los mojones de
su riquísima derrota.
En Ecuador saca a la luz el primer
numero de ECUADOR 0º
00´000´´, los siguientes se publicarían
en Guatemala, en México...
Pero el futbolín aún le daría de
vivir un poco: En Guatemala, de
la mano de los fabricantes de
caoba Santa Maria, los mejores
del mundo, indígenas, saca al
mercado y llena los rincones de
futbolines. La mafia llega a interesarse
por ellos pero no llega a
acuerdos, lo cual no impide que
aparezcan los juegos en el mismo
Estados Unidos. Sería en
esta época cuando el golpe militar
de Castillo y su intento de
retornarle a la España de Franco,
le convertiría en el primer secuestrador de
aviones de la historia: ya en el avión, prepara
un simulacro de bomba con una pastilla
de jabón y cordones y al grito de “¡Soy
anarquista español y jamás viviré en una
cárcel franquista!”, hace que el avión dirija
su rumbo a Méjico, que sería su hogar por
muchísimo tiempo. Aquí es donde dará
cuerpo a su queridísimo oficio de editor,
publicando a los más grandes poetas del
exilio y a muchísimos americanos: León
Felipe, Juan Larrea, Américo Castro,
Octavio Paz, etc, y conocerá, en viajes por
el continente, al resto de protagonistas,
intelectuales, artistas y poetas que tanto
han influido en lo mejor que tenemos y a
pesar de ser tanto lo que ignoramos.
Galicia ha estado constantemente en su
corazón y en su pensamiento. Las palabras
de Méndez Ferrín son certeras: “En realidade
este Finisterre bon e xeneroso de actividades
múltiples, sempre difusas e ao servizo
da liberdade e de Galicia, mais que
escritor foi un xenial metteur en scène que
enchía de representacións comprometidas
e combatentes o teatro da vida”
Murió aquí, entre nosotros, muy querido,
con su entregada y amorosa compañera,
Maria Herrero, siempre a su lado. En algún
momento, muy disgustado por el trato
que el Ayuntamiento de Zamora dispensó
al legado de León Felipe que él les traspasó,
asunto que para él fue siempre de una
importancia vital, ya que como albacea y
amigo, entregó parte de su vida a su
defensa y conservación. Pero le recodaremos
charlando hasta el ultimo momento,
desplegando su prodigiosa memoria, su
venturosa y habitada vida, un poco socarrón,
un pirata bueno y un sabio enamorado.
“Si, son hermosas/ las rosas/y es el gusano
mi hermano./Pero amo más las algas que
las rosas/ y el pez más que el gusano./Soy
de la mar./Cuando vaya a dar a luz,/echadme
a la mar:/quiero dar a luz/estrellas de
mar./Soy de Finisterre, soy marino:/echadme
a la mar en submarino/de pino/de
Finisterre (sin pintar)/ Soy de la mar.”
Gracias por haber existido y porque siempre
queda pendiente una partida de futbolín,
motivo suficiente para volver a vernos.
“Tu mirada
es la piel del
mundo”
Alejandro Finisterre, foto de Gabriel Tizón
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